Orgullo en la memoria
La memoria es el fundamento sobre el que se construye la identidad de cualquier movimiento político y social. En la mayoría de los países occidentales, la narrativa dominante en medios de comunicación y programas educativos tiende a minimizar o distorsionar los logros históricos de la izquierda, mientras amplifica sus errores y fracasos. Esta amnesia selectiva no es casual: responde a la hegemonía cultural de quienes controlan los relatos oficiales.
Es innegable que el movimiento de izquierda ha cometido errores terribles a lo largo de su historia: las purgas estalinistas, la masacre de Katyn, la gran hambruna de Mao, los campos de exterminio de Pol Pot, el culto a la personalidad de Lenin o Kim Il-Sung, las derivas autoritarias de algunos líderes socialdemócratas como Felipe González, Tony Blair o Gerhard Schröder, las bandas terroristas surgidas del post-68, desastres como Chernóbil, o pseudociencias como el lisenkismo. Reconocer estos errores es fundamental para construir una izquierda crítica y democrática.
Sin embargo, junto a este inventario de errores, es igualmente necesario rescatar del olvido el "tomo alternativo" de nuestros logros, aquellas páginas luminosas que demuestran que otro mundo es posible. Comenzando, como sugiere el texto medieval citado, con las primeras manifestaciones de libertad sexual y diversidad, como la exhortación libertaria de Jean de Brünn en 1335, precursora del movimiento LGBTI actual.
Los pilares de una memoria orgullosa
Cultura y educación popular
La editorial Quimantú (1971-1973) representa uno de los proyectos culturales más ambiciosos de la izquierda latinoamericana. Durante el gobierno de Salvador Allende en Chile, esta editorial democratizó el acceso a la cultura, publicando obras clásicas de la literatura universal, textos políticos y libros infantiles a precios populares. En menos de tres años, Quimantú se convirtió en la editorial más importante de América Latina, con tiradas masivas que alcanzaron los 12 millones de ejemplares. Su objetivo era claro: la cultura no podía ser privilegio de las élites.
La Institución Libre de Enseñanza (1876-1936) en España revolucionó la pedagogía ibérica bajo los principios del krausismo y el librepensamiento. Fundada por Francisco Giner de los Ríos, promovió una educación integral, laica y científica que formó a varias generaciones de intelectuales españoles. Su influencia se extendió a través de la Residencia de Estudiantes, donde se formaron figuras como Federico García Lorca, Salvador Dalí o Luis Buñuel. La Institución demostró que era posible una educación crítica y humanística frente al oscurantismo conservador.
Liderazgo obrero y sindical
Marcelino Camacho (1918-2010) encarna la dignidad del movimiento obrero español. Fundador de Comisiones Obreras durante la dictadura franquista, sufrió persecución, cárcel y exilio sin renunciar jamás a la defensa de los trabajadores. Su "austera majestad" radicaba en su coherencia: nunca buscó beneficio personal, manteniéndose fiel a sus principios hasta el final de su vida. Camacho demostró que el liderazgo sindical auténtico se construye desde la base y con el ejemplo personal.
Ho Chi Minh (1890-1969) representa la síntesis entre nacionalismo anticolonial y socialismo. Su vida ascética y su dedicación absoluta a la liberación de Vietnam lo convirtieron en un símbolo mundial de resistencia. Vivía en una casa sencilla, sin lujos, y dedicó toda su existencia a la causa de su pueblo. Su legado trasciende las fronteras vietnamitas: inspiró movimientos de liberación en todo el Tercer Mundo y demostró que los pueblos pequeños podían derrotar a los imperios más poderosos.
Solidaridad internacional
Las Brigadas Internacionales (1936-1938) representan uno de los episodios más nobles de solidaridad internacional del siglo XX. Más de 35.000 voluntarios de 54 países acudieron a España para defender la República contra el fascismo. Escritores como George Orwell, Ernest Hemingway o André Malraux; científicos como J.B.S. Haldane; trabajadores anónimos de todo el mundo arriesgaron sus vidas por un ideal de justicia. Su "abnegado romanticismo" no era ingenuo: sabían que en España se jugaba el futuro de Europa. La historia les dio la razón.
La solidaridad médica cubana ha enviado desde 1963 más de 400.000 profesionales sanitarios a 164 países, salvando millones de vidas. Durante la pandemia del Ébola, cuando las potencias occidentales enviaban militares, Cuba envió médicos. En la pandemia de COVID-19, brigadas médicas cubanas llegaron a Italia, España y decenas de países necesitados. Esta solidaridad internacionalista, mantenida durante décadas pese al bloqueo económico, demuestra que es posible una política exterior basada en valores humanitarios y no en intereses económicos.
Avances en derechos civiles
Rosa Parks (1913-2005) y su negativa a ceder su asiento en un autobús de Montgomery en 1955 catalyzó el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Su acto aparentemente simple requería un coraje extraordinario: sabía que se enfrentaba a un sistema de apartheid que podía costarle la vida. Parks no era una ciudadana cualquiera que actuó espontáneamente; era una activista formada, secretaria de la NAACP, que eligió ese momento para desafiar la segregación racial. Su gesto individual se transformó en movimiento colectivo.
El movimiento feminista que acuñó la consigna "lo personal es político" revolucionó la comprensión de la opresión. Feministas como Carol Hanisch, Kate Millett o Betty Friedan demostraron que los problemas aparentemente privados (violencia doméstica, desigualdad salarial, falta de autonomía reproductiva) tenían causas políticas y requerían soluciones colectivas. Esta intuición transformó la política moderna, ampliando la agenda democrática más allá de las instituciones formales.
Modelos urbanos y sociales
La Viena Roja (1919-1934) demostró que las ciudades podían diseñarse para la mayoría trabajadora y no solo para las élites. El gobierno socialdemócrata vienés construyó 64.000 viviendas sociales, financiadas con impuestos a los lujos y la especulación inmobiliaria. Complejos como Karl-Marx-Hof albergaban a 5.000 personas con todos los servicios: lavanderías, bibliotecas, dispensarios médicos, espacios deportivos. Era una ciudad dentro de la ciudad, que demostraba que la arquitectura podía ser herramienta de emancipación social.
El federalismo yugoslavo (1945-1980) logró mantener unido un país multiétnico y multirreligioso durante décadas. El modelo de autogestión obrera, aunque imperfecto, dio voz a los trabajadores en las decisiones económicas. Yugoslavia fue líder del Movimiento de Países No Alineados, manteniendo su independencia tanto de Estados Unidos como de la URSS. Su tragedia posterior no debe ocultar que durante décadas demostró que era posible una "tercera vía" socialista.
Resistencia y coraje
La batalla de Stalingrado (1942-1943) representó el momento en que la humanidad dijo "no" al fascismo. El Ejército Rojo, con un costo terrible en vidas humanas, detuvo la máquina de guerra nazi e inició su destrucción. Sin Stalingrado, el Holocausto habría continuado indefinidamente y Europa habría quedado bajo dominio nazi durante generaciones. El sacrificio de los soldados soviéticos salvó la civilización occidental.
Los mineros asturianos de 1934 protagonizaron la primera gran insurrección obrera contra el fascismo en Europa. Durante quince días, controlaron la cuenca minera y establecieron un poder popular que distribuyó alimentos, organizó milicias y mantuvo el orden sin policía. Su "heroísmo desesperado" anticipó lo que vendría después: sabían que el fascismo no se detendría con palabras. Su derrota fue temporal; su ejemplo, eterno.
El magnicidio de Carrero Blanco (1973) por ETA eliminó al delfín de Franco y aceleró la transición democrática española. Luis Carrero Blanco era el cerebro del régimen, el único con capacidad para perpetuar el franquismo tras la muerte del dictador. Su eliminación creó un vacío de poder que facilitó la democratización. Aunque el terrorismo sea condenable como método general, este acto concreto tuvo consecuencias históricamente progresivas.
Innovación social y medioambiental
Los clubes naturistas de la Barcelona libertaria (1900-1936) anticiparon las preocupaciones ecológicas contemporáneas. Anarquistas como Isaac Puente promovieron el vegetarianismo, el nudismo y la vida en contacto con la naturaleza como parte de la revolución social. Estos experimentos pioneros demostraron que la emancipación humana incluía una relación armónica con el medio ambiente, adelantándose décadas a los movimientos ecologistas.
La bioagricultura cubana surgió por necesidad tras el colapso soviético (1990), pero se convirtió en modelo mundial de sostenibilidad. Cuba desarrolló técnicas de agricultura urbana, control biológico de plagas y fertilizantes orgánicos que redujeron drásticamente el uso de químicos. Hoy, La Habana produce el 60% de sus verduras en huertos urbanos. La crisis económica se transformó en oportunidad ecológica.
Visión política y teórica
Lenin y su crítica al "izquierdismo" demostró la importancia del realismo político sin renunciar a los principios. En "La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo" (1920), Lenin argumentó que la revolución requiere táctica, alianzas y compromises temporales. Su "fría clarividencia" evitó que el movimiento comunista se aislara en posturas puristas. Aunque sus métodos posteriores fueran criticables, esta reflexión sobre estrategia política sigue siendo válida.
Marx y su admiración por Lincoln revela la complejidad del pensamiento marxista. Marx vio en la Guerra Civil americana una revolución burguesa progresiva que liberaba el trabajo esclavo y creaba condiciones para futuras luchas obreras. Esta capacidad para reconocer el carácter progresivo de movimientos no socialistas muestra la sofisticación analítica del marxismo frente a versiones dogmáticas posteriores.
Conclusión: Una memoria para el futuro
Este inventario podría extenderse indefinidamente: la Revolución de los Claveles portuguesa (1974), el coraje dreyfusard de Émile Zola, el derecho a la pereza reivindicado por Paul Lafargue, los Arts and Crafts de William Morris, la ética humanista del doctor Rieux en "La Peste" de Camus, las buenas intenciones reformistas de Gorbachov, la pasión revolucionaria de Dolores Ibárruri "Pasionaria", el ejemplo libertario de Buenaventura Durruti, el internacionalismo de Rosa Luxemburgo y Flora Tristán, la lucidez feminista de Clara Zetkin, el "lujo comunal" de la Comuna de París, o la hucha solidaria de Olof Palme recaudando dinero para el antifranquismo español.
Todos estos ejemplos demuestran que la izquierda, pese a sus errores y tragedias, ha sido portadora histórica de valores universales: igualdad, solidaridad, justicia social, internacionalismo, emancipación humana. Rescatar esta memoria no es nostalgia, sino necesidad política. En un momento de crisis civilizatoria, cuando el neoliberalismo ha demostrado su incapacidad para resolver los grandes problemas de la humanidad (desigualdad, crisis ecológica, guerras, autoritarismo), recuperar el "acervo de lo que hicimos bien" se convierte en tarea urgente.
La izquierda del siglo XXI necesita esta memoria para construir alternativas creíbles al orden existente. No se trata de repetir fórmulas del pasado, sino de recuperar la confianza en que otro mundo es posible. La historia de la izquierda es también la historia de la humanidad luchando por su emancipación. Y esa lucha continúa.
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