Índice
Introducción
Afilar las armas
Argumentos y contraargumentos
Apuntes sobre el tono general
Píldoras de frase única
Introducción
En el turbulento panorama político actual, el auge de la ultraderecha se presenta como una amenaza, palpable, a los avances sociales y a los derechos que tanto ha costado conquistar. Por eso es necesario que las personas progresistas, no solo comprendamos la naturaleza de este desafío, sino que también reevaluemos y potenciemos nuestro papel como generadores y difusores de información necesaria.
Nos enfrentamos a un resurgir de discursos abiertamente xenófobos, supremacistas y negacionistas, de realidades tan acuciantes como la violencia de género o la crisis climática. Sin embargo, la ultraderecha, a pesar de su adaptabilidad y su capacidad para anclar sus mensajes en las tradiciones locales, para parecer "lo natural", se construye siempre sobre seis pilares inmutables: el clasismo, el machismo, el racismo, el autoritarismo, la violencia y el negacionismo. Son, en esencia, una impugnación la
democracia, utilizando el odio hacia las minorías como una herramienta estratégica para controlar a la mayoría. Y ahí está su debilidad.
La ultraderecha es astuta en su modus operandi: explota las crisis y el miedo, señalando "chivos expiatorios" –desde personas racializadas e inmigrantes hasta la comunidad LGTBI, las mujeres o los animalistas– para desviar la atención de los verdaderos causantes de los proble
mas sociales y económicos. Su programa es, en el fondo, el de los empresarios más extremistas: buscan quitarle derechos a la mayoría en forma de eliminación de impuestos a los ricos, privatización de los servicios públicos y desregulación laboral. Para ello generan una pinza táctica, en la que por un lado lás élites atacan al Estado, como idea con su propaganda, y en el caso de gobiernos progresistas, también al propio Estado. Lo muestran como algo inherentemente corrupto y castrador de libertades; en el caso de gobiernos progresistas, los atacan en forma de lawfare y difamación mediática constante. Por otra parte, explotan el rencor de clase baja, al convertir la ansiedad que genera la precariedad -y en ausencia de una explicación de clase de su situación- en ira y la ira en odio, dándole una "cara": "chivos expiatorios" como personas racializadas, inmigrantes, personas LGTBI o mujeres.
Y por último, también importante, nos roban incluso hierro: la contundencia, la firmeza y la conexión directa con los problemas concretos y personales. Algo que por lógica pertenece a la izquierda.
Afilar las armas
Y finalmente. recordaremos que nuestra otra gran herramienta, es la organización y la movilización social en los barrios y colectivos, espacios donde la televisión y los bulos tienen menos poder que la conexión real entre las personas.
Es el momento de actuar, de responder con determinación y de construir marcos propios que pongan la justicia ecosocial en el centro de todo.
Argumentos y contraargumentos
A continuación, se presenta un listado de los planteamientos de la ultraderecha y los contraargumentos que las personas progresistas podemos y debemos aportar. Aquí lo tienes dicho como lo diría cualquiera en la barra del bar o en una discusión de twitter.

Apuntes sobre el tono general
- Hablar desde los problemas concretos y personales: La gente no quiere promesas, quiere sentir que se le habla de sus cosas y sus preocupaciones. Por ejemplo hablar de cómo el dinero que uno gana ya paga impuestos, y con los paraísos fiscales quienes más ganan no lo hacen.
- No normalizar su diálogo: Considerar la interacción con la ultraderecha como una "situación de excepción", atacando su esencia (ej. "eres facha por lo tanto tienes odio racista y es normal que hables así") y no discutiendo sus mentiras.
- Proyectar egoísmo propio: Argumentar desde un "egoísmo propio" que conecte con los intereses directos de la gente. Por ejemplo, al hablar de inmigrantes, vincularlo a las pensiones. Por ejemplo "No te estás metiendo con los inmigrantes, te estás metiendo con mi pensión. Va a necesitar trabajadores para pagarse y aquí cada vez tenemos menos hijos con lo mal que está la cosa para los jóvenes". Al enmarcarlo así, se pasa de un debate abstracto sobre derechos o moralidad a una preocupación directa por la seguridad económica personal, vinculando la presencia de inmigrantes con la sostenibilidad del sistema de pensiones
- Ridiculizarles: Nos ayuda a no parecer buenistas o distantes y a exponer su hipocresía y contradicciones. Por ejemplo el debate sobre la ocupación en España. Resulta desproporcionado al contrastar las cifras reales con su cobertura mediática y política. La ocupación real representa apenas un 0,06% del parque inmobiliario nacional. Además, las estadísticas muestran tendencias de descenso en años anteriores y una concentración geográfica marcada, con Cataluña acumulando el 42% de todos los casos. Este contraste entre la realidad estadística y la intensidad del debate público, demuestra la amplificación mediática del fenómeno, así como el silenciamiento de otros mucho más generalizadas como la escasez de vivienda asequible.
- Utilizar "píldoras de frase única": Crear frases breves, impactantes y repetibles que condensen la doctrina y los argumentos clave, para que puedan penetrar en el ruido del debate público. Ejemplos: "el que quiere bajar los impuestos te quiere quitar el médico" o "que los ricos se hagan más ricos no es crear riqueza".
- Aprovechar los medios: Debemos asumir que muchos de los medios de momento van a seguir siendo hostiles. Por eso debemos generar campañas que, aunque sea para criticarlas, obliguen a esos medios a publicar sus mensajes. Un gran ejemplo es Futuro Vegetal y sus intervenciones en cuadros protegidos.
- No subestimar demandas: No descartar o menospreciar las demandas de la clase trabajadora que la ultraderecha haya podido cooptar, como las de los autónomos en España. Hay que escucharlas y abordarlas con soluciones desde la justicia fiscal.
- Fomentar la organización y movilización: La organización en los barrios trabajadores y la movilización social son grandes herramientas para combatir la desinformación y el auge de la ultraderecha. Los sindicatos, por ejemplo, tienen un enorme poder de movilización que debe ser reformulado y utilizado.
- Educación para la ciudadanía: enseñar a jóvenes y adultos a diferenciar información veraz de bulos, a buscar información de calidad en internet y a comprender cómo funcionan los medios y los algoritmos. Esto debería ser una asignatura en educación y un objetivo del Ministerio del Interior.
Píldoras de frase única
"El odio a los pequeños es para que no veas lo que los grandes te están robando a ti."
"Los impuestos son lo que pagamos para vivir dignamente. Tu pensión, tu hospital, tu colegio, tu carretera"

"Cuando dicen quitar los impuestos, dicen quitarte el médico gratis."
"El plan de quitar impuestos es de los ricos. Tu vas a seguir pagando por todo."
"El feminismo no va contra ti. Al revés, el machismo también te encierra a ti en un patrón."
"Que los ricos se forren sólo es creación de riqueza para ellos. Todo eso sale de algún sitio."
"A mi me han cobrado impuestos antes de darme mi sueldo, ¿y el que hereda fortunas sin mover un dedo no? Que ese no pague es la verdadera estafa."
"Dicen que el mercado se regula solo, pero quien pone las reglas siempre gana la partida."
"No hay meritocracia cuando el mérito se hereda con el libro de familia."
"No eres pobre por falta de esfuerzo, sino porque alguien se aprovecha de tu esfuerzo."
"La austeridad es para ti, los rescates son para ellos. Ahí si quieren Estado"
"El individualismo está pensado para que no te unas con otros y seas más débil."
"No hay crisis, hay reparto injusto. Siempre hay dinero, la pregunta es para quién."
"Te venden que eres clase media para que no te sientas trabajador explotado."
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